Si tu empresa trata datos personales en la UE, puede que estés legalmente obligado a nombrar un Delegado de Protección de Datos (DPO). Pero aquí es donde se complica: no todas las empresas están obligadas… y aún menos necesitan un DPO interno a tiempo completo.

Ahí es donde entra en juego el DPO externo.

Para muchas startups, scaleups e incluso empresas consolidadas, externalizar el rol de DPO ofrece el equilibrio perfecto entre expertise, flexibilidad y eficiencia de costes. Pero ¿cómo saber si realmente necesitas uno?

Vamos a desglosarlo.

¿Cuándo es obligatorio tener un DPO?

Según el artículo 37 del RGPD, nombrar un DPO es obligatorio si tu empresa cumple con ciertos criterios. Por ejemplo:

  • El tratamiento lo lleve a cabo una autoridad u organismo público, excepto los tribunales que actúen en ejercicio de su función judicial.
  • Las actividades principales del responsable o del encargado consistan en operaciones de tratamiento que, en razón de su naturaleza, alcance y/o fines, requieran una observación habitual y sistemática de interesados a gran escala.
  • Las actividades principales del responsable o del encargado consistan en el tratamiento a gran escala de categorías especiales de datos personales con arreglo al artículo 9 y de datos relativos a condenas e infracciones penales a que se refiere el artículo 10.

En estos casos, tener un DPO no es opcional.

Pero incluso si no estás obligado legalmente, muchas empresas nombran un DPO de forma voluntaria para fortalecer su gobernanza en privacidad, generar confianza y garantías, y prepararse para futuros requisitos regulatorios.

“La pregunta no es solo ‘¿tenemos que tener un DPO?’, sino ‘¿podemos permitirnos no tenerlo?’”

¿Por qué tiene sentido un DPO externo?

Para empresas sin un gran equipo legal o de cumplimiento, contratar un DPO interno a tiempo completo puede ser excesivo. Este rol requiere:

  • Conocimiento profundo de la normativa de protección de datos
  • Entendimiento técnico de tus sistemas
  • Independencia de las operaciones del día a día

Encontrar todo eso en una sola persona es difícil y costoso.

Un DPO externo aporta experiencia especializada sin el coste fijo. Puede mantener su independencia, evitar conflictos de interés internos y aportar perspectiva externa gracias a su experiencia con múltiples industrias y casos reales.

Además, el RGPD permite legalmente externalizar este rol, por lo que es 100% conforme.

Startups y scaleups: la ventaja de anticiparse

Las empresas en etapas tempranas suelen pensar que pueden esperar a ser más grandes para tomarse en serio la privacidad. Pero lo cierto es que muchas procesan datos personales desde el día uno, especialmente en sectores como healthtech, fintech o SaaS.

Contar con un DPO externo desde el principio te ayuda a:

  • Evitar errores en el diseño del producto
  • Construir flujos de datos conformes desde el inicio
  • Generar confianza con clientes y socios
  • Responder con agilidad ante brechas o auditorías

En lugar de corregir más adelante, hay que integrar la privacidad en el negocio desde el principio.

Empresas consolidadas: cuando la complejidad exige apoyo

En empresas más maduras, la necesidad de un DPO externo suele venir de la creciente complejidad: nuevos mercados, adquisiciones, transferencias internacionales de datos, o presión de clientes para demostrar cumplimiento.

Un DPO externo puede aportar estructura, preparación para auditorías y rendición de cuentas, especialmente cuando el equipo interno está sobrecargado o carece de experiencia profunda en RGPD.

“Un DPO externo no es solo una solución temporal: es un socio estratégico cuando el riesgo en privacidad empieza a escalar.”

¿Quién debería considerarlo?

Deberías considerar seriamente un DPO externo si:

  • Cumples con los criterios legales del RGPD para nombrar un DPO
  • Tratas datos personales de alto riesgo o en grandes volúmenes
  • Tus clientes (especialmente B2B) preguntan por tu gestión de privacidad
  • Tu equipo interno no tiene el tiempo ni los conocimientos necesarios
  • Quieres reducir responsabilidades y demostrar cumplimiento proactivo

Si esto te suena familiar, es hora de pensar más allá del “checklist” y avanzar hacia un liderazgo sólido en privacidad.

Conclusión

El rol del DPO está evolucionando: de ser una necesidad regulatoria a convertirse en una ventaja competitiva. Ya sea que estés empezando o escalando rápido, un DPO externo te ayuda a cumplir, generar confianza y gestionar riesgos con seguridad.

En PrivaLex Partners, actuamos como DPO externos para startups y empresas consolidadas, combinando experiencia legal, conocimiento técnico y acompañamiento práctico.

Si estás listo para fortalecer la protección de tus datos sin frenar tu negocio, estamos aquí para ayudarte.